miércoles, 18 de junio de 2008

Congestión en autopistas Urbanas.


INTRODUCCIÓN

En el presente documento, abordaremos las distintas aristas del problema de la congestión vehicular en las autopistas urbanas en Santiago. El objetivo es mencionar y explicar brevemente los factores que aportan y que se desprenden de este problema, así como también entender cómo se ve afectada la malla vial capitalina.

Abordaremos temas contingentes, como la tarificación por congestión en las autopistas y los métodos de licitación de éstas, y veremos como influyen estos en el problema de la congestión.


CONGESTIÓN EN LAS AUTOPISTAS URBANAS DE SANTIAGO



Antes que todo, es conveniente reflexionar acerca de qué es lo que espera un ciudadano común de una autopista urbana. Sin duda que el concepto de autopista nos hace pensar en una vía rápida y directa que conecta puntos importantes dentro de la cuidad, lo cual es altamente atractivo para alguien que vive en una cuidad congestionada como Santiago, donde en horas punta, la congestión en las principales calles se hace insostenible. Seguramente muchos de nosotros estamos dispuestos a pagar por utilizar una autopista para realizar nuestro viaje.

Esta “necesidad” de autopista, es la que gatilla en Santiago la creación de éstas. Pero claramente obras de tal envergadura requieren de una gran inversión, por lo cual el gobierno decidió llevarlas a cabo mediante el sistema de concesiones, en donde un privado es el encargado de construir y operar la autopista durante un plazo de tiempo determinado.

Una vez finalizadas las obras de las autopistas santiaguinas e inauguradas con gran repercusión mediática, siendo presentadas como la gran solución al problema de la congestión, estas comienzan a ser utilizadas por los santiaguinos y se genera una gran demanda por estas. Esta demanda, esperada o no, trajo consigo el problema de la congestión vehicular, lo cual causo gran sorpresa, ya que es lo ultimo que esperábamos encontrar en una autopista.

Lo primero que nos preguntamos es ¿Por qué se congestiona una autopista? Una respuesta puede ser que es debido a fallas en el diseño, lo cual es, probablemente, parte del problema, ya que se ha evaluado modificar entradas y salidas de las autopistas en puntos críticos, sin embargo, esta solución no parece ser la mas adecuada, ya que al mejorar los accesos y salidas, lo único que logramos es desplazar los cuellos de botella hacia la red vial cercana a la autopista. Es un hecho que en muchos puntos la vialidad no esta preparada para recibir la cantidad de autos que salen de la autopista y a la velocidad con la que salen.

Otra causa de congestión puede ser que la demanda es mayor a la que se esperaba. Esto se explica dado a lo atractivo que nos resulta un viaje rápido, razón por la cual entramos a la autopista, pero sin considerar que quizás muchos están pensando como nosotros y entraran también a la autopista, congestionándola. Es decir, no pensamos en cuanto aportamos nosotros a la congestión de la autopista.

Según lo anterior, una solución interesante nos parecería la tarificación por congestión, es decir, un costo extra al habitual por entrar a la autopista en momentos de alta demanda. Este costo adicional significa para el usuario una instancia de decisión de la ruta y la hora a la cual realizara su viaje, considerando los costos que esto implicará. Además, podemos pretender que el usuario considere el impacto de su viaje sobre el de los demás, y que para él signifique un costo adicional el aportar a la congestión.

El problema de la tarificación por congestión, radica en que estaríamos “premiando” al concesionario por una operación deficiente en su autopista, ya sea esta por falla de diseño o por exceso de demanda. Resultaría más socialmente rentable, destinar los fondos extras de esta tarificación a mejorar el transporte público, desincentivando el uso del automóvil, lo cual claramente ayudaría a descongestionar las autopistas, y compensando al usuario del transporte publico por soportar atochamientos provocados principalmente por un exceso de automóviles. Un bus de transporte público es 12 veces más eficiente que un automóvil en términos de vialidad . Otra alternativa interesante para la utilización de estos fondos es exigir a los concesionarios medidas en infraestructura y fiscalización para evitar congestiones.

Si consideramos que una autopista urbana se construye pensando en los sectores productivos más que en el cuidadazo común, podemos entender que la forma en que los santiaguinos estamos utilizando las autopistas es propensa a generar problemas.

No cabe duda de que quienes pueden tener mucho que hacer para evitar la congestión son los concesionarios, quienes operan la autopista. Por ejemplo, se podría utilizar el sistema de compuertas utilizado en Inglaterra, en el cual se cierran las vías una vez que están operando a flujo máximo. Es decir, estamos hablando de “desechar” la sobredemanda. Pero ¿Por qué no ocurre esto? Miremos la forma de operación:

Sabemos que la velocidad esta determinada por el flujo. En las autopistas se cobra al flujo por tramo, sin importar la velocidad que este flujo lleve. Junto con la idea anterior usaremos el análisis del ingeniero Ariel López: Según las bases de licitación para autopistas, el cobro debe ser de $90/Km. en tramos donde la velocidad de pelotón sea menor que 50 Km./hr, $59/Km. en los tramos donde la velocidad esta entre 50 y 80 Km/hr y de $30 en donde la velocidad sea mayor a 80 Km./hr. López llega mediante un análisis matemático a que las autopistas maximizan sus utilidades cuando la velocidad es de 50 Km/hr en presencia de tarificación por congestión y de 80 Km/hr sin esta tarifa.

Sumemos a lo anterior que congestión en el término de las bases de licitación es: “donde la velocidad de pelotón sea menor a 50 Km./hr”. Es decir, según López, hay un incentivo perverso a la operación de las autopistas congestionadas. Es esperable que los concesionarios no hagan grandes medidas para evitar la congestión, ya que con las actuales, mantienen resguardados sus intereses económicos.

En conclusión, podemos decir que el problema de la congestión en autopistas es un problema de mentalidad de los usuarios, de licitación de las autopistas y de intereses económicos de los concesionarios, considerando al diseño de estas también una variable importante. La opinión de los entendidos es que debe haber tarificación por congestión, pero que los fondos no deben ser para los concesionarios, sino que deben ser destinados a mejorar y subsidiar el transporte público, medida que seria percibida y apreciada por un gran numero de usuarios.





Referencias Bibliográficas:
Muñoz, J.C. (2006). Tarificación por congestión. Marzo, 30, 2006, http://mataderopalma.blogspot.com/2006/03/tarificacin-por-congestin.html.
Ortúzar, J. D. (2006). Congestión y Autopistas Urbanas: Mitos y Realidades. Abril, 6,2006, http://mataderopalma.blogspot.com/2006/04/congestin-y-autopistas-urbanas-mitos-y.html.
López, A. (2006). Autopistas Urbanas: Un negocio lento pero redondo…. Mayo, 7, 2066, http://ariellopez.blogspot.com/2006/05/autopistas-urbanas-un-negocio-lento.html.

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